La artista nació en Santiago y vive desde los tres años en Los Vilos. Recuerda sus inicios en el arte desde que tenía uso de razón. Su padre era amante del dibujo y siempre lo observaba con admiración. Esto la llevó a nombrarlo como uno de sus principales referentes, el cual la incentivó a leer sus primeros libros de arte.

Solange comenta que al estudiar en la universidad, pasó bastante tiempo dibujando. Fue así como se encantó con el arte occidental. Encontraba que era una técnica de dibujo delicada, fina, basado en formas suaves, sutiles.  Además, destaca como otro estilo referente, la pintura Zen. Esta es una técnica japonesa oriental que trabaja la pincelada como un trazo, resaltando las manchas de pintura y los gestos de las personas. Respecto  a esto, Solange busca mezclar lo mejor de estas técnicas con su filosofía de vida y el entorno que la rodea. Esto la llevó a realizar retratos a pedido. Consideraba genial la idea de que si una persona ama a otra, pueda regalarle un retrato. “La técnica ha sido enfocada en eso, son obras de arte bastante accesibles. No una cosa gigante y carísima, se compara con el valor de un jeans muchas veces las obras que he vendido. En vez de esperar una galería de arte en un lugar que no es cercano a mí, prefiero dialogar con gente que está cerca de mí. Negociar con precios que ambos podemos sobrellevar. Puedo vivir con eso y eso me ha hecho feliz”.

Otra de las actividades que destaca la artista, es su actual trabajo es la arte terapia. Esto surgió, ya que Solange comenzó a participar en intervenciones artísticas a nivel de vulneración de derechos humanos en niños y jóvenes. Se interesó por este tema, ya que trabajó seis años en una ONG que licitaba para el Servicio Nacional de Menores (SENAME). “El interés por la pintura me llevó a estudiarla, pero las ganas de compartirlo me llevaron a la pedagogía. Me gustó mucho trabajar para la ONG y actualmente estoy en el departamento de salud de Los Vilos. Me he dado cuenta que quiero participar en el aporte de la salud mental de mi comunidad a través del arte”. En ese sentido, Solange considera que sus obras reflexionan sobre la empatía, las relaciones humanas y el auto cuidado.

Respecto a la realidad cultural y social que se vive actualmente, la artista considera que la palabra cultura tiene que ver netamente con lo que cultivamos. “Me puede gustar mucho el reggaetón o no, el Folclore, etc. Lo importante es que si eso cultiva mi entorno social. Si está entre nosotros, es porque es parte de nosotros y de la cultura”. Además, la artista comenta que la pandemia vino a destacar el problema que viven los artistas desde hace muchos años, resaltando que todos deberíamos tener el mismo derecho laboral. “Somos uno de los menos indispensables o esenciales. Pero nadie puede vivir de fondos concursables, es como que en el trabajo cada uno estuviera seis meses concursando por si tiene o no tiene trabajo. Si bien los fondos concursables deben seguir existiendo, siento que debe existir un método de que le asegure estabilidad a los artistas”.