Roberto comenta que su amor por la fotografía nació gracias a sus amigos. El artista, antes de residir en Salamanca vivió y estudió en Santiago. Aquí desarrolló su carrera de fotografía, donde sus amistades de ese tiempo, encontraban muy buenas las imágenes de Roberto. “Hasta el día de hoy ha resultado bastante bien y parece que fue bueno haberles hecho caso a mis amigos de ese entonces”.

El artista terminó su carrera en el año 1992 y se vino de inmediato a residir en Salamanca. Roberto pretendía vivir de la fotografía. Sin embargo, comenta que no se puede subsistir sólo de las fotos. “Ojalá poder vivir de eso. Siempre hay que trabajar en otra cosa, pero esta pasó a ser una actividad que realizo en mis tiempos libres”. No obstante, no se quedó de brazos cruzados y llegó a la localidad a hacer trabajos. Comenzó retratando básicamente imágenes al interior de la comuna de Salamanca, sus elementos patrimoniales, fiestas y culturas. En ese sentido, considera que ha funcionado bastante bien ya que ha tenido ayuda de los fondos del gobierno y proyectos culturales.

En relación al proceso creativo de sus obras, Roberto comenta que “siempre después de cada exposición me gusta terminarla con un libro. Llevo tres libros de cada trabajo realizado. Así, no solo queda la foto, sino que puedes difundir tus imágenes para que las personas puedan nutrirse de cultura”. Respecto a esto, el fotógrafo menciona que sus libros los ha regalado a establecimientos educacionales y centros culturales de la región. Gracias a estos libros con las fotografías de Roberto, ha podido exponer sus trabajos en el Museo de Bellas Artes de Santiago, el Congreso de Valparaíso y en tres ocasiones en Europa, donde ha llevado sus imágenes a la embajada chilena.

Respecto a la actualidad cultural, Roberto comenta que la mayoría de las personas que estudia una carrera artística siempre termina trabajando en algo que no le gusta. Ya que las artes, nunca han sido bien valoradas como las otras profesiones.  Además, espera que la nueva constitución considere esta situación y se le abran más puertas al arte y las actividades culturales. “Yo intenté trabajar de manera particular en una empresa privada, pero lamentablemente me cerraron las puertas. La idea era trabajar en el área de prensa como fotógrafo. Sin embargo, me dijeron que ya tenían periodista y que él hacía todo”. En ese sentido, Roberto siente que todos los que viven en la provincia trabajan en otra cosa y no viven de su arte.